domingo, 29 de marzo de 2009

Biofilia


BIOFILIA
En la actualidad estamos reduciendo la diversidad y nos encontramos ante la sexta extinción, en las primeras etapas. Y esto nos lleva a la idea del cuello de botella de la que tanto he escrito. El cuello de botella es la superpoblación de humanos, ya que muchos humanos destruyen gran parte del entorno natural y las especies para poder mantenerse.

También está relacionado con el aumento del consumo per cápita, ya que las personas, en todo el mundo, están aumentando la cantidad de alimentos y de productos que consumen.

La combinación de un aumento de la población y del consumo personal lleva a la eliminación de lo que se puede llamar el capital natural del mundo.

Hemos heredado un cierto capital natural del mundo, una herencia de naturaleza económica que forma parte de una economía de mercado que ahora estamos usando y destruyendo.

La idea del cuello de botella tiene un elemento de esperanza basado en el hecho de que, aunque ahora hay más de seis mil trescientos millones de personas en el mundo, el índice de crecimiento está disminuyendo.

Parece ser que las mujeres, en cuanto tienen una cierta educación e independencia, optan por la posibilidad de determinar su propia vida y los hijos que quieren tener...Han optado por la calidad y han decidido tener pocos hijos, en vez de una gran cantidad que se esparce como los árboles o las semillas de un árbol. Y moviéndose en esta dirección, las mujeres de todo el mundo, y especialmente las de los países industrializados de Europa, Estados Unidos y ahora Asia, están disminuyendo el índice de fertilidad y de nacimientos a un nivel inferior a lo que denominamos el punto de ruptura, que es un poco más de dos hijos por mujer.

Cuando se alcanza esto se llega a un índice cero de crecimiento de la población. Es por esto que las Naciones Unidas pueden vaticinar que llegaremos a un máximo de nueve mil millones de personas, que sigue siendo casi el doble de lo que tenemos ahora.Hay lugares, llamados hot spots (puntos calientes), que se encuentran dentro de estas áreas más grandes -no siempre en la selva tropical, pero sí muchas veces- y que cubren sólo el 1 por ciento de la superficie de la Tierra. Piénsalo: un 1,4 por ciento de la superficie de la Tierra. Pero si sabemos exactamente dónde están y se salvan, entonces podremos salvar hasta un 40 por ciento o más de todas las plantas y los animales de la Tierra.

Si añadimos a esto las áreas centrales del resto de tierras salvajes, que son áreas enormes de selva tropical y de sabana, el Amazonas y la cuenca del Amazonas, la cuenca del Congo en África y Nueva Guinea, si añadimos estas áreas centrales a las aproximadamente veinticinco áreas que son puntos calientes y que cubren el 1,5 por ciento de la superficie de la Tierra... hay que pensar en estos términos.

Recientemente hemos estimado el coste aproximado: vale veintiocho mil millones de dólares, y puede hacerse.